Me considero una mujer abierta de mente, siempre me ha gustado aprender de las distintas culturas y religiones que hay en el mundo, nací y fui criada por católicos tradicionales y si se puede decir soy católica pero mas liberar, mi esposo no es que tenga una religión definida pero digamos que es católico protestante aunque el prefiere que le digan (evangélico o cristiano) . Pero eso no es el caso yo lo respeto y el a mi, y pienso que es los mejo que puede a haber en cualquiera relación. (El respeto es el valor humano mas grande de todos y si se ejerciera muchas guerras no existirían).
Recientemente, hace un par meses unos familiares de mi esposo se mudaron aquí a la ciudad, el contacto anterior con ellos no era muy bueno ya que vivían muy lejos y ellos no son muy apegados a la tecnología así que los conocía muy poco. Para mi sorpresa me dicen que son judíos (Digo para mi sorpresa porque tenia entendido que la familia de mi esposo, todos, bueno la mayoría son católicos tradicionales pero estaba confundida), al parecer esta tía de él se caso con un judío y ellos son judíos.
Como les dije desde un principio me gusta conocer de las distintas culturas y religiones. Y que mejor que con un familiar. Ellos están celebrando una festividad muy importante para ellos, que se llama Hanukkah, anteriormente la había escuchado pero no entendía muy bien que era y que celebraban. Ellos me explicaron que era una celebración de 8 días y que se celebra un milagro que ocurrió después de la derrota de Judas Macabeo por parte de los sirios, se reconstruyó el Segundo Templo en Judea. Durante la dedicación, se debía encender El Menorá, con velas encendidas todas las noches. Aunque sólo había suficiente aceite para encender las velas una sola noche, duraron prendidas las ocho noches. Esas ocho noches se celebran cada año, durante el Hanukkah.
Durante esta festividad se prende una januquiá o candelabro de ocho brazos (más uno mayor). En la primera noche únicamente se prende el brazo mayor y una vela, y cada noche se va aumentando una vela, hasta el último día en el que todo el candelabro se enciende completo. Este hecho conmemora el milagro de que el aceite duró ocho días. También es costumbre reunirse con familiares o amigos para el encendido de la januquiá e intercambiar presentes. Es costumbre que los niños jueguen con un dreidel o sevivon, el cual es un tipo de perinola. También se acostumbra comer levivot o latkes y sufganiot, tortas de patata y bolitas de masa rellenas de mermelada, y otras preparaciones fritas. Mis familiares judíos preparan un festín después de cada encendido, claro, creo que tiene algo que ver que él que cocina, es un chef profesional.
Lo que me ha dejado de enseñanza toda esta experiencia es que cada religión tiene su manera de celebrar pero siempre la esencia es la misma y lo mas importante es la unión familiar y simplemente pasar un momento grato de convivencia para crear vínculos. Y que debemos respetar cada una de las creencias que cada persona tenga en cualquier ámbito.
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